lunes, 22 de septiembre de 2014

La importancia de leer en familia

Si los alumnos ven a sus padres  y apoderados leyendo, se creará en ellos la cultura de la lectura. Lo mismo ocurrirá si es que observan a sus profesores entusiasmados por leer en la escuela.
Por Marcela Paz Muñoz Illanes
“La familia es clave para estimular a que los niños y alumnos lean”,  aseguró Marcia Invernizzi, Ph.D. y creadora de la pruebaPALS (Phonological Awareness Literacy Screening) y directora del Centro de Lectura Mcguffey, quien visitó recientemente nuestro país y participó en el seminario “Leer para Aprender” de la Universidad de los Andes.
Señaló que los padres y la familia cumplen un papel clave en la adquisición de los hábitos lectores. “Si los niños no ven a sus padres leer u otras personas de su entorno más cercano por diferentes propósitos, ellos no podrán percatarse por sí mismos de la importancia de la lectura en sus vidas”.
Explicó la experta que cuando las familias leen y conversan y reflexionan acerca de los que están leyendo se crea una norma de lectura al interior de esos hogares. “Los padres ayudan a motivar por la lectura cuando los niños les ven leer para buscar información o resolver problemas, o simplemente leen acerca de algo que les interesa o nada más que por placer. La lectura es esencial para transmitir ideas  y valores y los padres pueden transmitir ese buen ejemplo entre sus hijos”.
¿Por qué es clave dar un buen ejemplo para adquirir hábitos lectores?
Lo que los niños ven y escuchan, es lo que harán y dirán. 
¿Nos puede entregar recomendaciones para los profesores?
Los profesores y las escuelas son la segunda familia de sus alumnos, porque en la actualidad los niños pasan muchas horas en esos lugares.  Por ello es especialmente importante que los maestros se conviertan en buenos ejemplos y compartan con sus estudiantes el placer por la lectura y sus propios hábitos lectores. Es muy bueno que los docentes lean los libros que sus alumnos leen y de esa forma, es posible reflexionar e intercambiar ideas acerca de lo que están leyendo.
Además, los profesores pueden promocionar buenos libros a sus estudiantes  y compartir partes interesantes de los textos en la sala de clases. Los profesores que leen bastante son siempre un excelente ejemplo para motivar a los jóvenes por la lectura. 

lunes, 15 de septiembre de 2014

¿Cómo acercar a los niños y jóvenes a la lectura?

La lectura en nuestro país está en crisis. Las librerías han ido desapareciendo y pareciera que también los deseos por “devorarse” un buen libro. Aquí les entregamos una serie de recomendaciones prácticas para revertir ese fenómeno.


Por Angélica Cabezas Torres
Jimena Toledo Garrido, bibliotecaria de la Escuela Darío Salas, San Pedro de la Paz, diplomada en Fomento Lector Infantil y Juvenil e integrante del directorio de especialistas CRA del Ministerio de Educación, entrega algunos consejos prácticos para cautivar a los niños y jóvenes con la lectura y hacer de este hábito un verdadero placer.
¿Cómo se puede enseñar a los estudiantes a disfrutar de la lectura y que no sea una obligación?
Precisamente, no obligándolos a leer. Conociendo los gustos de nuestros alumnos y orientándolos al momento de escoger un libro, para hacer de ese encuentro con la lectura una actividad que les genere enriquecimiento personal. Además, de esa manera será posible que ellos sientan la necesidad e interés de leer nuevamente, entendiendo la actividad de leer como una opción voluntaria y no obligatoria. Con esto, quiero decir que los planes de lectura para evaluar debieran ser elaborados considerando los intereses de los estudiantes sin desvincularnos del currículo o el plan lector que un establecimiento haya decidido implementar.
¿Qué actividades se pueden realizar con niños pequeños para atraerlos a la lectura?
Visitar junto a ellos las bibliotecas públicas o espacios que promuevan la lectura. Ir a presentaciones de títeres, a ferias del libro. En el entorno más íntimo, generar el hábito en casa, leyéndoles a diario, a una misma hora, por ejemplo, porque de esa manera identificarán que hay espacios o momento para la lectura. Leerles en voz alta y de preferencia un libro que les permita involucrarse en la narración del mismo. E incluso sin necesidad de saber leer aún, ellos debieran estar familiarizados con la actividad de hojear y mirar libros, periódicos, revistas, folletos publicitarios, para lograr de esta manera, atraerlos hacia la elección voluntaria de nuevos títulos.
¿Es posible crear el hábito lector en jóvenes? ¿Qué iniciativas propone?
Por supuesto, desde sus intereses, considerando la edad, sexo y personalidad de ellos. La adolescencia, recordemos, está vinculada al desarrollo de su identidad, por tanto, debemos ofrecerle una variedad de posibilidades no sólo literatura clásica sino, además, aquellos libros vinculados a la música, el deporte, la novela de fantasía, los cómics, entre otros, que les permita finalmente, de manera positiva acercarse a la infinita gama de producción literaria disponible hoy.
¿De qué manera se puede hacer de la biblioteca el espacio favorito de niños y jóvenes?
Promoviendo la lectura, los recursos y servicios de la biblioteca escolar, habilitando espacios visualmente atractivos, que ofrezcan comodidad para realizar la lectura; respondiendo a las necesidades de información y estudio, así como atendiendo a sus gustos personales. Estanterías abiertas y espacios para la lectura infantil y juvenil. Realizando periódicamente actividades de extensión vinculadas al fomento lector y la existencia de un equipo a cargo, que convoque y motive a la comunidad escolar a ser usuario permanente del Centro de Recursos para el Aprendizaje (CRA), como se ha denominado a las bibliotecas escolares hoy. 

LECTURA COMPLEMENTARIA JUNIO